Una panera camaleónica
Cuando en una romántica comida, queremos poner el pan en la mesa, ¿cómo lo hacemos? Generalmente, la gente usa ese instrumento extraño, llamado panera, que no es ni más ni menos, que una cestita, que nunca sabemos de dónde ha salido, eso sí, tejida con fibras naturales y con el pan sobrepuesto a un trapito bordado o una servilleta plegada.
Pues bien, para que están los diseñadores. Martín Azúa, piensa y simplifica. Lo importante de la panera, no es la cestita, sino el pan y donde va colocado, sobre el trapito o servilleta.
Claro que si solo es un trapito, el pan no se aguanta y no queda definido el espacio donde deben estar los bollitos o rodajas del pan.
¿Qué hace? Diseña una especie de bastidor de bordado, con dos aros metálicos, que atrapan la servilleta. Ahora sí que tenemos un elemento, que acota donde debe estar el pan, se puede trasportar y es de una simplicidad y elegancia, enorme.
Es capaz de estar en perfecta armonía, tanto en una mesa de diseño, en una clásica, en una de lujo o en una rústica, ya que el elemento principal, no son los aros metálicos, sino que es la servilleta, y ésta, estará en total afinidad con el resto de la mesa.
Luego, tenemos una panera camaleónica, adapta su piel al entorno y su limpieza es inmejorable, solo hay que meter la servilleta en la lavadora.
Se guarda con facilidad. Dos aros concéntricos, uno dentro del otro y la servilleta, una más de la mantelería.
Si será bueno el diseño, que en el 2.005, Martín Azúa y Gerard Moliné, realizan una nueva versión, la “panera phantom”, para Facesdesing de Ferrán Adriá.
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